Veintinueve: moliendo café



Vistió Zurano a su novio lo mejor que pudo con prendas que, de todas maneras, le daban un aspecto un tanto estrafalario. Al verse en el espejo, Javier se echó a llorar de nuevo. Suavemente, de manera sostenida. El detective se quedó mirándole, sin saber demasiado bien qué hacer.

-Tú y yo tenemos que hablar un día de estos ¿Vale, Javi? Esto no puede seguir así.

Lamentamos la interrupción


Por causas ajenas a la redacción de este blog, esta semana no habrá una nueva continuación de las aventuras del detective Daniel Zurano. Sus emocionantísimas peripecias continuarán, Dios mediante, la semana que viene (día 1 de Abril).

Lamentamos las molestias que pudieran derivarse del retraso.

Atentamente,

EL AUTOR

Veintisiete: crónica de sucesos




Zurano paró delante de un portal oscuro y buscó una llave. Javi, mientras tanto, temblaba de frío a poca distancia, la mirada perdida en algún punto del suelo. La puerta cedió y Zurano la traspuso sin que Javi se diera por aludido. El detective encendió la luz legañosa del portal.

-Anda, entra –le dijo.