Lamentamos la interrupción


Por causas ajenas a la redacción de este blog, esta semana no habrá una nueva continuación de las aventuras del detective Daniel Zurano. Sus emocionantísimas peripecias continuarán, Dios mediante, la semana que viene (día 1 de Abril).

Lamentamos las molestias que pudieran derivarse del retraso.

Atentamente,

EL AUTOR

Veintisiete: crónica de sucesos




Zurano paró delante de un portal oscuro y buscó una llave. Javi, mientras tanto, temblaba de frío a poca distancia, la mirada perdida en algún punto del suelo. La puerta cedió y Zurano la traspuso sin que Javi se diera por aludido. El detective encendió la luz legañosa del portal.

-Anda, entra –le dijo.

Veintiseis: la sombra alargada de la noche


Las comisarías de verdad se parecen poco a las de las series de televisión. Zurano echó un vistazo maquinal al cartel con las fotos de los etarras más buscados, con la secreta esperanza de que, por un milagro del destino, apareciese entre los delincuentes empleado de banca con el que había firmado la hipoteca de su casa. Sin éxito. Eran las tres de la mañana de un jueves cualquiera, su coche estaba destrozado y, en la frente, tenía una herida de la que, de vez en cuando, manaba sangre.

Veinticinco: Sangre de detective



Con expresión algo fastididada, el detective hizo saltar los seguros de las puertas del coche. Dejó salir a Alvar que, desde fuera, le hizo una señal de despedida y se internó de nuevo en la oscuridad de la calle desierta.